A ver

martes, 22 de enero de 2008


Pues eso, que ya estoy en la blogocosa, el blogomundo, la blogoleches. Y va el miedo escénico y me dice que ha llegado. Que nada de escribir un primer post del tirón. Que me lo piense. Que si no sabía escribir algo mínimamente decente, mejor me hubiera quedado en el fotolog, colgando fotos y escribiendo cuatro palabritas intrascendentes, como pie de foto.


Asique me lo pienso y me lo repienso. Y me digo a mi misma que a ver si va a resultar una tremenda cagada prepotente creerme que puedo escribir un blog, yo. Que a ver si lo voy a tener dos meses, y me voy a aburrir. Que a ver si me he dejado seducir por una cibermoda, y por la actividad creativa desarrollada en esa época de exámenes que acabo de atravesar.

 

Y mientras, me apremio a mi misma, y me digo “ A ver Bárbara, que es solo un post, aunque sea el primero”. Y digo, pues, a ver, vamos a escribir. A ver, vamos a decir, para empezar a decir, que bienvenido todo aquél que caiga por aquí. Y lo releo y hablo (sola) en alto: “a ver hija, suelta otro tópico que ese es casi delito”. Que a ver porqué no he seguido el manual del buen blogero, y he dedicado unas palabras a detallar porqué he decidido volcar mis cuitas en el mundo virtual. Con lo sencillito que es acomodarse a las convenciones.

 

Y aquí estoy, como las bobas, haciédome cafelitos y pensando: a ver. Y después de pensar: a ver, pienso: a ver.

 

Y entre a ver y a ver, se me está acabando el tabaco. Y a ver quien puede escribir así; que esta es la única premisa que tengo clara para comenzar la construcción: no escribiré nada sin tabaco ni café. Porque para algo invertí 6 minutos en elegir un título para mi blogositio.

Asique, a ver, que me voy a ir retirando. Porque ya dijo Confucio que los vicios vienen como pasajeros,  nos visitan como huéspedes y se quedan como amos. Y yo le digo que si, que mis amos me están mandando al estado REM sin contemplaciones.


A ver, que al final ya he cuadrado unas cuantas palabras para comenzar, con el primer pasito. Que me voy a conjeturar a mi cama vacía, a calentarme los pies, y a intentar adaptarme a los horarios socialmente aceptados. 

Y sin releer nada, porque a ver si lo voy a borrar todo, que hasta para un primer post, esto es terrible. 

Que.... a ver, a ver, a ver...